lunes, 10 de diciembre de 2012

CIERRE

Ayer finalizamos LAS LAGRIMAS QUE ME TRAGUÉ...

Cuando se constituye un equipo, se siente que todo lo imposible puede ser llevado adelante.

Por eso, sin la propagación que posibilitaron Paula Simkin y Daniel Franco, sin Daniela Martín, quien construyó un vestuario y elementos fabulosos y mágicos, sin Cintia Vallejo que realizó una surrealista pollera-lámpara de alambres, sin Maximiliano Sans que rediseño y le otorgó vuelo al marco móvil, sin Rolando Velázquez y Leandro Alloc
his que recortaron con sus miradas, fotografías que concentraron lo esencial. Que sin Gisela y Nicolás de Primer Cajón, que armaron un trailler increíble, sin la preciosa gráfica de Sol Zambecchi, sin la operatividad y acompañamiento de Candelaria Sesin, sin la armoniosa y pacifica asistencia de Vanina Dubois, sin la templanza de Miguel Madrid que recibió noche a noche, pacientemente, mis indicaciones desde la cabina...

... y sobre todo, sin la divina locura y el apoyo absoluto de Rubén Sabadini y, sin la belleza espiritual, la potencia artística y la amorosa entrega de mi querida Marina Castillo, no hubiera sido posible este viaje onírico.

Este sueño que volvimos posible...

Gracias, con el corazón!